En las fórmulas de productos para el cuidado de los zapatos se usan ciertos aceites muy apreciados, como el aceite de almendra o de nuez para reforzar las cualidades de dichos productos. Estos aceites penetran en el cuero y le proporcionan suavidad y elasticidad.
El cuidado habitual también es importante para los bolsos: si se desea preservar la belleza de la piel hay que cuidar de ella. En general, debería impregnarse cada bolso directamente después de la compra y varias veces al año. Esto los protege de la humedad y repele el polvo. Además, los bolsos de piel lisa deberían tratarse con una loción especial para pieles. Para bolsos de cuero repujado o de ante, se recomienda un spray especial para ante.
Para unos zapatos perfectamente cuidados es importante usar productos de limpieza de alta calidad. Los productos Búfalo cuidan y nutren la piel con fórmulas que contienen ingredientes de gran calidad, como el aceite de almendras, la cera de abeja o modernos componentes de alta tecnología.
Quienes deseen mayor frescor en los zapatos deberían usar un desodorante para pies. La combinación de ingredientes especiales de un desodorante puede proporcionar una mayor higiene en el zapato con un agradable aroma. De este modo, se refrescan los pies y se neutralizan olores potencialmente desagradables.
El equipamiento básico para el cuidado perfecto del calzado debería incluir un tarro de crema, un tubo de crema para cada color de piel y un spray. Para pulir los zapatos, un cepillo para dar brillo a colores oscuros y un paño suave forman parte del equipamiento básico imprescindible.
Debido a que tras llevar los zapatos durante un largo periodo de tiempo se acumula humedad en la piel, se recomienda cambiarlos con frecuencia para garantizar que «respiren» durante al menos 24 horas. Así, la piel tiene la oportunidad de recuperarse y de secarse bien. Lo ideal es usar hormas. Cambiarse de zapatos también es bueno para los pies, los tobillos y los músculos.
Los zapatos de tacón no siempre resultan cómodos, pero ciertos tipos de plantillas de gel transparentes pueden evitar que nos duela la punta del pie o los talones y que nos salgan ampollas.
No siempre es fácil saber exactamente los materiales con los que están confeccionados los zapatos, sobre todo cuando se trata de los más modernos. Las pequeñas imágenes que normalmente se encuentran dentro del zapato pueden servir de mucha ayuda. Estos pictogramas pueden ayudar a explicar de qué materiales están hechos la suela, el empeine y el forro.
Tras el uso de crema para el calzado, el cuero queda deslustrado, por lo que hay que sacarle brillo. Para ello, conviene usar un cepillo o paño suave durante dos o tres minutos con suaves movimientos rotatorios.
El término genérico «piel lisa» comprende todo tipo de pieles que presenten una superficie lisa. Es muy resistente y, debido a su estructura, muy atractiva. Su apariencia y características pueden variar en función del cuidado que reciban y de la especie animal de la que procedan. Entre las pieles lisas incluimos la anilina, el charol, la napa, el cuero repujado y el cuero suave.
Los productos Búfalo suelen contener ceras, grasas y aceites naturales que no provocan irritaciones al entrar en contacto con la piel. Además, el uso de materias primas naturales sin tratar también es bueno para el medio ambiente. La producción sostenible es algo prioritario para Búfalo. Gracias al uso extensivo de materias primas ecológicas y renovables y al hecho de que no emplea disolventes, Búfalo minimiza el impacto medioambiental.
La cera de abeja es un ingrediente natural con una serie de características que también resultan beneficiosas para el cuidado de pieles. Contiene todos los nutrientes necesarios para el cuidado de las fibras de la piel animal, la protege de la suciedad y evita que se seque. Es flexible y tiene un efecto impregnador gracias al cual las pieles se mantienen suaves y tersas durante más tiempo.
La piel lisa es un producto natural y necesita de cuidados con cremas o betunes que la nutran. Por tanto, el cuidado habitual del calzado es imprescindible para que los zapatos estén como nuevos durante más tiempo. Para pieles más duras se recomienda usar betún en lata. Para pieles lisas más delicadas, lo más apropiado es la crema en tubo.
Las prendas de piel deben tratarse regularmente con una loción especial nutritiva para el cuidado de la piel. Además, conviene impregnarlas dos veces al año, sobre todo si han entrado en contacto con la humedad.
Incluso si el cuero de ante se cepilla a menudo, es posible que este pierda el color gradualmente. Es el momento de usar algún producto para el cuidado del ante y nobuck. Las pieles lisas también pueden mostrar cierta pérdida de color en los pliegues. Esto puede deberse a capas de cera en la piel que no se tiñeron con el color adecuado. Por este motivo, deberían usarse productos para el cuidado de la piel del color que corresponda.
Es posible que de vez en cuando apreciemos cambios en el color de nuestros zapatos, sobre todo en los de piel lisa. Los pigmentos de color en los productos de limpieza y cuidado de los zapatos hacen que estos colores se reaviven y realcen y cubren pequeños arañazos.
Los zapatos de piel son muy sensibles, por lo que no deben secarse junto a fuentes directas de calor. Si el zapato se moja por la lluvia o la nieve, lo ideal es secarlo lentamente en una horma o a temperatura ambiente, rellenándolo con papel de periódico.
Las prendas de piel deben secarse de forma natural en un lugar cálido y bien ventilado. Nunca debe exponerlas directamente al sol ni sobre un radiador u otras fuentes de calor.
Existen muchos remedios caseros y trucos para el cuidado de las pieles, pero muchos de ellos pueden hacer más daño que otra cosa. No conviene usar mantequilla, aceite de oliva, peladuras de plátano, etc. para evitar las manchas duraderas o la aparición de moho. Las cremas y la leche de vaca tampoco son lo más adecuado para el cuidado de la piel, ni el vino blanco cuando se usa como quitamanchas.
El cuero está hecho de pieles animales. Se conserva en una curtiduría con distintos métodos y tratamientos, y de este modo puede adoptar muchas características beneficiosas. Comparado con otros materiales, es más elástico y da más de sí: se adapta a la expansión del pie durante el día. Además, es más absorbente y «respira» mejor que otros materiales sintéticos que hacen que el pie sude.
Uno de los ingredientes más apreciados en el cuidado del calzado es el aceite de almendras. El uso de aceite de almendras de alta calidad suele suponer la diferencia entre un buen producto para el cuidado del calzado y uno excelente. Además, es adecuado para muchos tipos de pieles y proporciona una apariencia y un tacto suaves.
La piel dura es el término genérico que utilizamos para referirnos a todo tipo de pieles que tienen textura bien en la parte delantera o trasera. Por lo tanto, se caracterizan por una estructura reforzada. Si se desea preservar este efecto, debe tratarse la piel con un cepillo específico para ante. Dentro del grupo de este tipo de pieles encontramos el nobuck, el velour y el ante.
En general, se recomienda impregnar los zapatos nuevos nada más comprarlos y tratarlos con una crema adecuada para su cuidado si es necesario, independientemente de si son de piel o de material textil. Así podemos asegurarnos de que quedan protegidos del polvo y la humedad.